Ego





Así como tu coche se queda sin combustible y debes reabastecerlo una y otra vez, tu dedicación y compromiso también se agotan con el transcurso del tiempo.
Necesitan constante renovación. Debes dedicarte y dedicarte una y otra vez.
A menudo la gente da por sentada su propia dedicación, pero la mente comienza a demandar y a quejarse. Cuando la dedicación no es completa, vienen los rezongos y las quejas. La dedicación total, en cambio, trae un enorme entusiasmo, celo por la tarea, confianza y desafío. La dedicación total no deja lugar para el ego.
Cuando piensas bien de ti mismo, de una manera muy sutil, piensas mal de los demás. Entonces vienen la ira, los celos y el odio. Cuando piensas mal de ti, te sientes deprimido y nuevamente te enojas y odias a los demás. Cuando piensas bien de ti mismo, estás en problemas y cuando piensas mal tienes problemas mayores.
Asi que deja de lado tu reputación.

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