Hace unos años, en un taller, el Dr. Deepak Chopra compartió, con generosa sinceridad, una experiencia que vivió dictando un Seminario de tres días en su Centro de La Jolla, California. Es sabido que el Dr. Chopra predica que todo lo que uno desea, si se dedica con fe a tratar de conseguirlo, finalmente lo obtiene.

En el primer descanso del primer día del Seminario se acercó una señora y le dijo: “Dr. Chopra: yo quiero tener una entrevista de tres horas con usted ahora”. Él le contestó que ello no iba a ser posible porque estaban en el comienzo de un Seminario y el descanso era de sólo media hora, dado que el taller continuaba y había trescientas personas aguardando. La señora le volvió a insistir con su pedido varias veces y Deepak Chopra le contestó en cada una de esas oportunidades dando las mismas razones.

Finalmente la señora le dijo: “Lo que realmente pretendo es corroborar que lo que usted dice no es cierto y que uno “no consigue siempre lo que desea”. La señora lo saludó y se retiró. Esta situación desató una sensación de mucho malestar en Chopra y lo dejó preguntándose qué aprendizaje tenía para él lo ocurrido. Por su conocimiento de que atraemos energéticamente a personas con características similares a las nuestras, tomó papel, lápiz y escribió su parecer respecto de esa señora. Así fue que hizo una lista de calificativos que le adjudicaba (impulsiva, vehemente, impetuosa y otros más).

Durante la pausa del almuerzo, se encontró con su secretaria a quien le mostró ese listado y le preguntó si él tenía algunos de esos rasgos. Su secretaria hizo silencio. Cuando a la noche regresó a su casa y le hizo la misma preguntó a su esposa Rita, el silencio fue aún mayor. Para concluir, el Dr. Chopra nos contó que, transcurrido un tiempo de ese episodio, pudo recordar a la señora con mucho agradecimiento, dado que ese incidente, que en un principio le había parecido tan inoportuno, terminó siendo una abundante fuente de aprendizajes para seguir su camino de evolución.

Todas las personas y todas las situaciones que atraemos,tienen un porqué...que no se nos olvide ...somos espejos unos de otros...aprendamos de ello.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Este post me ha dejado mucho.

No sé qué me pasa con mi mamá, es con la única persona en el mundo con quien me altero y me enojo.

Haré ese ejercicio.

Gracias.

Olga dijo...

Mira que es lo que tiene que ver eso contigo, ya sabes ......somos espejos unos de otros...jeje¡¡¡
Un abrazo.